Consejos para mantener la vista sana después del verano
28, agosto, 2020 / Bienestar, Salud Ocular / Sin comentarios
Como hemos explicado en anteriores artículos de Magazine, el verano es la época del año en la que la salud ocular más se resiente. Largas exposiciones solares, contacto con el agua y el aire, arena y piscinas, hacen que se produzcan pequeños desajustes como irritaciones o infecciones oculares. Además durante la época estival se suele perder la rutina y los hábitos de una vida sana.
Actividades, juegos al aire libre, multiplican las probabilidades de que un golpe, arañazo o colisión dañe nuestra cornea. También el clima de relajación al que invita el verano puede hacer que no se hayan tomado las medidas necesarias de protección ante los rayos ultravioleta y que se den indicios de problemas oculares como la visión borrosa, la sensibilidad a la luz, conjuntivitis, melanomas, entre otras dolencias.
Revisión médica ocular
Es recomendable, antes de retomar las rutinas laborales o el curso escolar, someterse a un examen oftalmológico para descartar posibles enfermedades o daños oculares típicos del verano como la conjuntivitis, el síndrome del ojo seco o posibles erosiones en la córnea.
Pero también es fundamental que realicemos un examen de agudeza visual para determinar si se ha producido, durante la época estival, algún tipo de disfunción en la capacidad visual –miopía, hipermetropía, presbicia o astigmatismo– o controlar, en el caso de los usuarios de gafas o lentillas, si ha aumentado la graduación.
Retomar los hábitos
Es importante, después de las vacaciones, retomar los hábitos de cuidado de nuestros ojos sobre todo los relacionados con la higiene facial, es decir, la limpieza de párpados y de pestañas o la hidratación del globo ocular con lágrimas artificiales.
Para los usuarios de lentillas, se deberán recuperar las rutinas de limpieza, desinfección y esterilización de las lentes de contacto que se suelen descuidar durante el período vacacional. Incluso, lo más aconsejable es comprar lentillas y estuches nuevos, libres de bacterias y de la posible suciedad que se haya podido acumular en playas, piscinas y otros lugares al aire libre.
También es aconsejable hacer ejercicios visuales para recuperar la vista de cerca, mucho menos usada en las actividades al aire libre típicas del verano.
Durante las vacaciones, los excesos alimentarios o la pérdida de la práctica de actividad deportiva son comunes. Por eso, es bueno retomar una dieta saludable variada y con un aumento considerable de las rutinas de hidratación (dos litros de agua diarios y abandonar la ingesta de refrescos y alcohol), fundamentales para una buena salud ocular.
Recordamos que se deben incorporar a la dieta alimentos ricos en vitamina A, B, C, D y E, como son los frutos secos o las frutas. Un buen zumo de naranja diario ayudará a mantener los vasos sanguíneos oculares en estado óptimo y a retrasar la aparición de dolencias como las cataratas. En cambio, comer cacahuetes, como merienda o desayuno, es una buena fuente de vitamina E y ácidos grasos omega 3 que ayudan a impedir la pronta degeneración macular asociada a la edad.