Ver tu carácter ¡a través de la nariz!

10, febrero, 2013 / Mirada particular / Sin comentarios

Además de controlar los olores y de influir en el aspecto físico (proporcionando más o menos belleza) en el análisis facial la nariz revela cómo nos relacionamos con los demás, tanto en el cortejo amoroso como en el resto de nuestras relaciones personales. ¿Te interesa?

La nariz es también la parte del rostro de la que más variaciones morfológicas se conocen. Leonardo da Vinci sostenía que había al menos diez tipos de nariz (vista de perfil) mientras que contaba 256 variantes (vistas de frente) derivadas de combinar seis variantes principales. En morfopsicología, más que la forma de la nariz importa la comprensión en relación con su prominencia, carnosidad, lateralidad, tonicidad y altura en el conjunto facial:

Corta: signo de energía, especialmente si las fosas nasales son móviles. Denota en ese caso espontaneidad, impulsividad y vivacidad.

Fina y pequeña: la afectividad se manifiesta de forma selectiva y distante. El interés por los problemas humanos y afectivos es secundario. Predominará el deseo de satisfacción instintiva o cerebral dependiendo de qué zona de la cara esté más desarrollada.

Grande: refleja excelente vitalidad y energía, que dependerán en gran medida del grado de tonicidad de la nariz y del tamaño del marco fácil. Si es estrecho la persona será cálida y se expresará con facilidad, aunque en el fondo sentirá gran necesidad de proteger sus sentimientos y tendrá dificultad para los intercambios profundos.

Gruesa y carnosa: deseo de contactos físicos tiernos, especialmente si la nariz es muy grande.

Larga: espíritu reflexivo y pensamiento organizado. Poca movilidad en la vida afectiva: los afectos se “soñarán” más y se “vivirán”.

Pequeña y cóncava: refleja una demanda permanente de cariño y atención, además de sensualidad. Puede ser signo de indecisión y escasas reservas vitales. Cuanto más pequeña sea, mayor será el egoísmo e incluso habrá temor a expresarse y comunicarse en el terreno afectivo.

Prominente, proyectada hacia delante: marca habitual en los rostros adolescentes que denota extroversión, espíritu desafiante y conquistador, mucha exigencia en el terreno afectivo.

Recta: refleja armonía entre lo ideal y lo concreto. Se considera el tipo ideal de nariz.

Resguardada y convexa: por una parte se proyecta hacia delante, mientras que la punta se inclina o dobla hacia abajo. La nariz aguileña posee estas características y denota energía, ambición, predisposición al comercio y las finanzas. Si la zona superior del rostro está bien desarrollada habrá predominio cerebral.

En referencia al puente nasal:
Puente nasal ancho: resistencia física, estabilidad, idealismo y delicadeza. Hay una gran necesidad de admirar e incluso reverenciar al otro.
Puente nasal estrecho: señal de indecisión, inseguridad y falta de concentración. Si va unido a una especie de depresi´pn en la nariz señala bloqueos emocionales e inmadurez afectiva.

¿Acierta con vuestra nariz?

Morfopsicología_nariz

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