¿Qué son las legañas?

04, octubre, 2019 / Salud Ocular / Sin comentarios

¿Te has despertado alguna vez con legañas en los ojos? Las legañas las segregan unas glándulas de los párpados para mantener la humedad en los ojos mientras dormimos, pero si su cantidad es excesiva o su aspecto purulento puede indicar una infección ocular.

Son necesarias

Las legañas son una combinación de mucosidad, aceite, células de la piel y otros desechos que se acumulan en el ángulo interno del ojo mientras estamos durmiendo. Pueden ser húmedas y pegajosas o secas y costrosas, todo dependerá de la cantidad de líquido contenido en la secreción que se haya evaporado.

Las legañas nos protegen, ya que extraen los productos de desecho y sedimentos potencialmente dañinos, que provienen de la película lacrimal y la superficie anterior de los ojos. Nuestros ojos producen mucosidad a lo largo del día, pero una delgada película de lágrimas los lava continuamente cuando parpadeamos, enjuagando las legañas antes de que se endurezcan. Cuando dormimos, no parpadeamos y, por eso, el desecho acumulado se junta en el ángulo interior del ojo, así como, a lo largo de la línea de las pestañas.

¿Son un problema?

Las glándulas de Meibomio, situadas en los párpados superiores e inferiores, son las que segregan las legañas y su función principal es prevenir que se evapore, prematuramente, el componente acuoso de las lágrimas y así estabilizar el film lagrimal. Si los orificios de estas glándulas se obstruyen, o algún problema de salud altera su secreción lipídica, esto perjudicará a los párpados y a la calidad de la película lagrimal, afectando también a la superficie ocular.

Por lo general, las legañas no constituyen causa de alarma, pero si se nota una diferencia en su consistencia, color y cantidad de suciedad, puede ser señal de una infección o enfermedad ocular. Los trastornos oculares más comunes relacionados con una secreción ocular anormal son la blefaritis y la conjuntivitis.

Si tenemos más cantidad en el borde palpebral y la secreción es blanca o algo amarillenta puede ser  síntoma de blefaritis. Si, por el contrario, sufrimos picazón, una sensación arenosa y tenemos los ojos irritados, lo más habitual es que sea una conjuntivitis. En algunos casos, la secreción puede ser tan abundante que puede llegar a provocar que se peguen los párpados cuando nos despertamos.

Siempre que tengamos cualquiera de estos síntomas mencionados es recomendable ir al oftalmólogo de referencia. Sobre todo debemos ir al especialista cuando sea una conjuntivitis infecciosa porque  la provoca una bacteria y, si no se trata a tiempo, puede causar graves daños a nuestros ojos.

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