¿Qué dicen los ojos sobre nuestra salud?
12, junio, 2020 / Mirada particular / Sin comentarios
Hay quienes dicen que la salud viene de dentro a fuera. Los ojos, más allá de dar brillo a nuestro rostro y mantenernos en contacto con las figuras y colores que nos rodean, son también una ventana que nos muestra el interior del organismo. Es decir, son un órgano fundamental para identificar enfermedades, cualquier fallo en el hígado, colesterol, páncreas o a nivel cerebral puede reflejarse en ellos.
Los ojos están conectados al cerebro por la retina, la capa interna más profunda del ojo que contiene las células nerviosas sensibles a la luz y las fibras que se unen para formar el nervio óptico y seguir el recorrido hasta el cerebro. Si vemos nuestro ojo saludable lo más probable es que nuestro cerebro lo esté también.
La pupila nos permite llegar al fondo de los ojos donde los vasos sanguíneos, el tejido de la retina o el nervio óptico pueden dar pistas de la existencia de enfermedades no oftalmológicas. Determinados tipos de cánceres, esclerosis múltiple, diabetes o tiroides pueden ser algunas patologías detectables.
Por esta razón, debemos estar atentos a cualquier síntoma extraño o molesto que afecte a nuestro campo visual. Por ejemplo, no es común tener los ojos llenos de vasos sanguíneos rotos, que presenten un color amarillento o que nos ardan. Es recomendable visitar al especialista para que haga un diagnóstico definitivo y descarte de que se trate de una enfermedad de la vista. En el caso que el oftalmólogo determine que hay otros órganos implicados, ya derivará al paciente hacia otra especialidad.
Algunos ejemplos
Un orzuelo, que es una inflamación en forma de protuberancia que se da en el borde del párpado, suele ser una afección inofensiva pero si se da con regularidad o tarda en desaparecer debe ser revisado por un médico. Existen posibilidades de que sea un carcinoma cutáneo o un tumor en la parte interna del ojo, sobre todo cuando siempre sale en el mismo lugar, una y otra vez.
Otra señal de que algo no anda bien en nuestro organismo puede ser tener la esclerótica -término médico que recibe la parte blanca del ojo- enrojecida. Esta afectación puede ser causada por sequedad ocular o conjuntivitis, pero si se da con frecuencia puede señalar que el paciente padece de deshidratación o que está haciendo una dieta poco balanceada. También es un síntoma común de sufrir algún tipo de alergia.
La caída de cejas o de pestañas puede estar relacionada con el hipotiroidismo, así como, los ojos saltones con el hipertiroidismo. La ictericia -color amarillento en la esclerótica- se suele relacionar a enfermedades hepáticas o a un mal funcionamiento de la vesícula biliar o el páncreas. Cuando las manchas amarillas están en el párpado, suele ser una sintomatología de que el paciente está padeciendo de colesterol alto.
Toda una serie de afecciones y señales que deben llamar nuestra atención y a las que debemos dar seguimiento médico. Nuestros ojos no son solo “el espejo del alma” sino también la ventana a nuestro organismo. Cuidémoslos