Dormir y el sueño de nuestros hijos
13, enero, 2013 / Bienestar / Sin comentarios
Cada familia es un mundo pero los problemas a la hora de acostar y hacer dormir a los niños son una constante: malos hábitos en los pequeños, problemas de insomnio y etapas en las que tienen pesadillas y terrores nocturnos. ¿Te sientes identificad@?¡Hoy os queremos dar algunos consejos!
Las estadísticas indican que el 25% de los niños en edad escolar se levantan frecuentemente durante la noche, mientras que el 35% rechaza irse a la cama antes que sus padres o hermanos mayores. Todos los miembros de la familia necesitan un buen descanso para poder afrontar las actividades del día.
El insomnio es el trastorno de sueño infantil más frecuente y puede afectar desde a lactantes de seis meses a niños de cinco años. El origen del insomnio infantil hay que buscarlo en una adquisición deficiente del hábito del sueño. Básicamente se debe a las asociaciones inadecuadas que el niño hace con su sueño. En esto tienen mucha culpa los múltiples cambios que realizan los padres para intentar que el niño se duerma.
Prescripción para el sueño del recién nacido
. Cuna en el dormitorio de los padres
. Mucho orden y rutinas fijas
. Posturas adecuadas para dormir
. Asociaciones clave “oscuridad y silencio =sueño” y “luz y sonido = vigilia”. El recién nacido no diferencia entre el día y la noche, hay que tener un poco de paciencia y el niño aprenderá.
. Temperatura habitual. El recién nacido no tiene más frío que un adulto y la temperatura a la que duerme debe ser similar a la suya.
El sueño de los lactantes y niños de hasta 5 años
Para inculcar un hábito en el niño, éste debe asociar una función, en nuestro caso dormir, a una serie de elementos externos. Para modificar los hábitos del sueño es esencial crear un ritual alrededor del acto de acostarse. Esta rutina debe ser un momento agradable por padres e hijos de 5 a 10 minutos. Fórmulas:
. Orden y rutinas
. Afectividad: realizar el intercambio emocional en un lugar distinto de donde duerme el niño. El ritual puede ser una melodía, un cuento o programar una actividad para el día siguiente. Después lo dejaremos en su habitación y nos despediremos de él sin que el niño esté aún dormido. Si el niño se duerme solo volverá a dormirse solo cuando se despierte por la noche, pero si se ha dormido en brazos o mientras lo mecemos reclamará estas misma atenciones.
. Elementos externos que relaciono con el sueño como un peluche, un dibujo en la pared, chupetes o un móvil colgante
. Seguridad, paciencia y afectividad firme ante las peticiones del niño
En otra ocasión ahondaremos en el sueño de de los niños en edad escolar y del adolescente. ¿Seguías estos pasos? ¡Y es que dormir bien te ayuda a ver la vida de otra manera!
*Fuente: doctor Eduard Estivill