¿La iluminación afecta a la vista?
29, enero, 2020 / Salud Ocular / Sin comentarios
Bombillas, fluorescentes, halógenas y leds, los sistemas de iluminación han evolucionado de manera significativa a lo largo de los años. Cada uno de ellos tiene sus ventajas e inconvenientes, pero en lo que coinciden todos los expertos es que hay que evitar los cambios bruscos de iluminación ya que pueden provocar trastornos oculares y distorsión de la visión. ¿Por qué? Te lo contamos, a continuación.
El ojo es sensible a la luz
El ojo es muy sensible a factores externos como la luz, ya sea natural como artificial. En concreto, la retina porque en esta membrana es donde se encuentran dos tipos de receptores muy delicados. Por un lado, están los bastones que son susceptibles a la intensidad de luz y, por otro lado, los conos que son los responsables de la visión del color.
La luz puede dañar a los ojos cuando se da una sobreexposición a la luz intensa, en un espacio de tiempo corto, o continua, a una intensidad de la luz moderada. También cuando se da una exposición a pantallas sin protección, centelleos o movimientos bruscos de imágenes en la pantalla, insuficiencia o exceso de luz, una iluminación no adecuada en potencia ni en enfoque o cambios bruscos de la intensidad de la luz.
¿Cuáles son los síntomas? Entre otros, sequedad ocular, ojos llorosos, quemazón, mayor sensibilidad, escozor y enrojecimiento. Además, se pueden dar problemas visuales para enfocar e incluso visión borrosa y dolores de cabeza. Otros síntomas ya más graves son la fotofobia y hasta los mareos.
Bombillas, fluorescentes y LEDs
En la actualidad, conviven diferentes sistemas de iluminación. Los fluorescentes, con una luz cálida, son muy económicos, pero no son muy eficaces desde el punto de vista de luz visible. Las luces halógenas, con una luz más blanca, se considera que pueden emitir más radiaciones de luz ultravioleta que las bombillas antiguas. En cambio, las lámparas de bajo consumo, si bien consumen menos y duran más, son más grandes y la luz no es tan cálida.
¿Qué ocurre con los sistemas LED? Esta fuente de luz blanca, cada vez más utilizada por su bajo consumo y alta eficacia, aporta, además de una mayor durabilidad, algunos inconvenientes. Según los expertos, el principal problema de este tipo de iluminación es la alta intensidad y mayor proporción de luz azul. Además, la luz LED provoca deslumbramiento, si se produce una sobreexposición, se mira directamente o si nos acercamos a menos de 20 centímetros.
Son muy sensibles a la luz azul los niños, personas con problemas o alteraciones en la retina como degeneración macular y personas expuestas a este tipo de iluminación, como es el caso de los instaladores eléctricos.
La fatiga ocular
La fatiga ocular viene provocada por el esfuerzo que hace nuestra vista cuando hay poca intensidad de luz. Normalmente, está causada por el empleo de libros electrónicos y ordenadores e, incluso, por leer durante muchas horas en papel.
Las principales señales de la fatiga ocular son escozor, enrojecimiento, lagrimeo y mayor sensibilidad a la luz o al viento. También pueden producirse alteraciones visuales como vista borrosa o ver manchas, así como problemas como mareos, cefalea o dolor cervical.
*Fuente: Sociedad Española de Oftalmología