Arándanos y fresas reducen el envejecimiento cerebral
15, octubre, 2013 / Bienestar / Sin comentarios
Comer arándanos y fresas ayuda al cerebro a mantenerse sano durante el envejecimiento, activando el mecanismo natural con el que el cerebro «limpia» y «recicla» las proteínas tóxicas vinculadas a las pérdidas de memoria derivadas de la edad y otros síntomas de deterioro mental. ¿Quieres saber más?
Así lo sugiere un estudio realizado por investigadores del Centro de Investigación sobre Nutrición Humana en el Envejecimiento de Boston (EEUU) y del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Según sus investigadores, anteriores trabajos habían sugerido que uno de los factores implicados en el envejecimiento es el hecho de que, con el paso del tiempo, el organismo sufre un descenso mantenido de su capacidad para protegerse a sí mismo de los daños que pueden causarle la inflamación y la oxidación. Esto hace a las personas vulnerables a las enfermedades mentales degenerativas, las patologías cardíacas, el cáncer y otros problemas similares.
En el estudio se destaca que «la buena noticia es que unas sustancias naturales denominadas polifenoles, presentes en las frutas, las verduras y los frutos secos, tienen efectos antiinflamatorios y antioxidantes que pueden proteger contra el declive asociado a la edad”.
En anteriores estudios, estos investigadores demostraron, por ejemplo, que un conjunto de ratas mayores alimentadas en laboratorio durante dos meses con una dieta rica en antioxidantes, que contenía un 2% de extracto de fresas, arándanos y moras, fue capaz de revertir los déficits relacionados con la edad que sufrían las funciones nerviosas y las capacidades de estos animales para recordar y aprender.
En esta nueva investigación, este equipo se centró en estudiar otra razón por la que las funciones nerviosas se deterioraban con la edad: la reducción de la capacidad natural del cerebro para limpiarse gracias a unas células denominadas microglías, que, mediante un proceso denominado autofagia, eliminan y reciclan los restos bioquímicos que podrían obstaculizar las funciones cerebrales.
Aunque bayas y los frutos secos son fuentes ricas en esta sustancia, muchas otras frutas y verduras contienen polifenoles, en especial las de color rojo, naranja y azul, pues presentan antocianinas, pigmentos que son buenos antioxidantes.