¿Cómo se supera el síndrome postvacacional?

27, agosto, 2019 / Bienestar / Sin comentarios

Para muchas personas las vacaciones han llegado a su fin y la vuelta al trabajo se convierte en una auténtica pesadilla. Falta de apetito o de concentración, somnolencia, dolores musculares, falta de aire o molestias en el estómago, pueden ser algunos de los síntomas que provoca el denominado síndrome postvacional. ¿Cómo se puede superar? Te damos algunas pistas.

Ansiedad, tristeza y estrés

Según datos de la Agencia EFE, un 37% de los trabajadores en España sufre o sufrirá síndrome postvacacional. Tras un largo período de vacaciones, la vuelta al trabajo se convierte en un elemento estresante que puede provocar ansiedad, depresión, irritabilidad, tristeza, melancolía, falta de apetito o taquicardia.

Considerar el trabajo como una carga y no algo creativo y enriquecedor puede producir sentimientos y emociones negativas, también puede crear miedo de no ser capaz de dar respuesta a las demandas y obligaciones diarias. Esta presión puede provocar que uno se sienta mal y se den síntomas como la angustia, bajo rendimiento, temblores, cambios de humor, sudoración, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria e incluso se puede llegar a desencadenar una crisis de pánico.

Son muy pocas las personas que necesitan tratamiento médico o psicoterapéutico, ya que el síndrome postvacacional suele tardar en desaparecer de 3 días a 3 semanas, el tiempo que emplea el organismo en volver a habituarse a la rutina laboral. Si el trastorno se prolonga más allá de un mes, es recomendable buscar la ayuda de un profesional.

Piensa positivo

Todos somos susceptibles a sufrir este síndrome, pero es más frecuente en aquellos que no se sienten cómodos en el trabajo, tienen problemas de agotamiento o desencanto laboral o idealizan el período de vacaciones como la culminación de su bienestar personal.

Los pensamientos son el motor de los sentimientos e ilusionarse por el nuevo curso, pensar que se tiene todo el año por delante para hacer cosas extraordinarias o intentar la excelencia en el trabajo puede ayudar a hacer frente a la vuelta a la rutina laboral con mayor positividad y salud. Es recomendable planificarlo con tiempo para poder adaptarse a la nueva situación y poco a poco ir mentalizándose en el regreso a la oficina, al orden y a la organización habitual del día a día.

Sonríe y sé feliz

Después de las vacaciones lo más importante es tratar de estar alegre y ser positivo. Una simple sonrisa no sólo abre puertas, sino que es contagiosa y engaña al cerebro para que segregue neurotransmisores y sustancias que ayudan a sentirse mejor. No se debe dejar sólo para las vacaciones todo aquello que resulte gratificante, sino que es bueno buscar siempre un tiempo para uno mismo, para lo que divierte y gusta hacer y, en resumen, para intentar ser feliz.

¿Preparado para la vuelta a la rutina?

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