Miopía y hábitos de vida
18, noviembre, 2020 / Bienestar / Sin comentarios
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, para el 2050, las tasas de discapacidad visual podrían triplicarse si no se toman medidas preventivas. En concreto, la Asociación Visión y Vida ha analizado en un estudio porqué la miopía se está convirtiendo en una pandemia mundial. Y resulta que los hábitos de vida tienen mucho que ver, fumar, no comer fruta o verdura durante la infancia o pasar mucho tiempo delante de las pantallas, parecen ser decisivos.
Frutas y verduras
Hemos hablado en muchos artículos de Magazine de la incidencia directa de la alimentación en la salud visual. Mientras que la vitamina A (retinol) es fundamental para la formación de los pigmentos visuales, los antioxidantes como la vitamina E, la vitamina C, la luteína y la zeaxantina ayudan a proteger la retina y el cristalino contra los daños oxidativos inducidos por la luz, y el ácido docosahexaenoico (DHA), ácido graso omega-3 de cadena larga, enriquece los tejidos neurales que contienen las células fotorreceptoras.
Sedentarismo y pantallas
Según el estudio, los jóvenes que desde pequeños han disfrutado de un ocio más sedentario en espacios interiores presentan un 20,7% más de miopía que los que han jugado al aire libre. Así mismo, los que practicaban deportes de exterior son un 11% menos miopes que los que no practicaron ningún deporte. Como dato a destacar, los amantes de los videojuegos -que dedican más de cinco horas diarias a ello- son miopes en un 70%.
Tabaquismo
Del mismo modo, el tabaquismo muestra una relación directa con el desarrollo de la miopía, siendo los más precoces al fumar un 17% más miopes (10-14 años, 47,5%) que los que se iniciaron a los 25-30 años (30,5%).
Uso intensivo de la visión de cerca
Aquellas personas que por sus estudios o su trabajo hacen un uso extensivo de la visión de cerca tienen más posibilidades de desarrollar miopía. Así pues, afecta a un 26% más de personas con estudios superiores (59,3%) que aquellos con estudios primarios (33,3%). Del mismo modo, aquellos cuya afición es el estudio o la lectura y dedican a ello más de siete horas al día son un 15,1% más miopes (64,1%) que los que lo hacen menos de una hora diaria (49%).
Además, el tipo de trabajo realizado por la muestra sigue demostrando la importancia que el tiempo ante luz artificial y pantallas tiene sobre nuestra salud visual, mostrando cómo aquellos cuya jornada se basa en estar ocho horas ante pantallas son más miopes (58,1%) que los que pasan su jornada al volante (14,3%).
Factores innatos
Por otra parte, este estudio extrae otros factores que, aunque no son controlables por el ser humano, sí que podemos pillarlos a tiempo. Para ello, no debemos olvidar que las revisiones óptico-optometristas periódicas ayudan a controlar, prevenir y frenar el desarrollo de la miopía que, probablemente, se acabe desarrollando. Entre estos factores destacan la genética -la existencia o no de antecedentes de miopía en la familia, la edad y el enrojecimiento de los ojos cuando se usa la visión próxima.
*Fuente: Visión y Vida