Ojo seco, el trastorno ocular más típico del verano
26, agosto, 2020 / Salud Ocular / Sin comentarios
El ojo seco es, probablemente, el problema más frecuente en oftalmología, llegando a afectar a un porcentaje muy significativo de la población mundial. Los estudios publicados coinciden en que tiene una prevalencia de entre un 10 y un 20% de la población adulta y representa más de un 35% de las consultas en oftalmología.
Su incidencia aumenta, considerablemente, en verano a causa de los factores ambientales propios de esta época como son el incremento de las temperaturas, la radiación ultravioleta, el viento o los aires acondicionados, entre otros. De hecho, se estima que, durante los meses estivales, unos 46 pacientes acuden cada semana a su farmacéutico con síntomas de sequedad ocular.
El síndrome del ojo seco se produce porque el ojo no es capaz de producir la cantidad de lágrima necesaria o porque la que produce no es de buena calidad y se evapora rápidamente. Por esta razón, el ojo se reseca y causa molestias como la irritación, enrojecimiento, lagrimeo, inflamación, sensación de pesadez o de tener un cuerpo extraño o lesiones en la córnea.
Recomendaciones y tratamiento
Para evitar el síndrome del ojo seco, el exceso de calor y la sequedad en el hogar es recomendable el uso de humidificadores y no abusar del aire acondicionado ni de ventiladores a altas velocidades. Los expertos también aconsejan el uso de gafas de sol homologadas, especialmente en zonas con mucho viento, y no utilizar de manera continuada las lentillas -evitarlas en playas y piscinas.
Una buena dieta también ayuda a una buena prevención del ojo seco, sobre todo una alimentación con frutas y verduras, cereales integrales y pescados, ricos en omega 3 y vitaminas. Los nutricionistas recomiendan evitar las carnes rojas y, evidentemente, no fumar y respetar las horas de sueño.
Hoy en día, el tratamiento para el ojo seco se centra en el alivio de los síntomas con la aplicación de lágrimas artificiales varias veces al día para mantener los ojos hidratados y frenar las molestias.
*Fuente: Academia Americana de Oftalmología