Cómo puedes mejorar la salud infantil de tu hijo?
09, agosto, 2015 / Bienestar / Sin comentarios
¿Sabes cuál es la mejor forma para ayudar a construir una vida saludable a tus niños? Pues simplemente se trata de inculcarles buenos hábitos. Así que hoy hablaremos de hábitos de sueño, de alimentación y de conducta, ¡la mejor educación que pueden recibir! 1. Rutinas de sueño
El sueño es muy importante porque tiene una función reparadora e interviene en la maduración neurológica cerebral. ¿Sabías que se estima que tres de cada diez niños pueden tener alguna dificultad para adquirir un sueño regular? Ten en cuenta que dormir menos de lo necesario produce irritabilidad y disminución de la concentración. Así que tener rutinas de sueño adecuadas ayuda mucho al desarollo del niño.
La primera decisión que toman los padres es cuándo van a sacar a su hijo de la habitación, y se recomienda que sea alrededor de los seis meses. Es importante tener una hora más o menos estable para acostarse y levantarse, y hacer siempre lo mismo a la hora de llevar al niño a la cama, evitando actividades que lo exciten: tras el lavado dental, en su cuarto se le lee un cuento, se habla un poco, se le da un beso y nos despedimos brevemente de él. Lo ideal es que el niño se acueste despierto y se quede dormido en su cama o cuna.
2. Hábitos alimentarios saludables
Un primer consejo es que no lo obligues a comer: la hora de comer debe ser un momento agradable, sin distracciones como la televisión, y que preferiblemente debe desarrollarse en familia ya que es un buen momento para enseñarles conductas en la mesa y facilitarles el aprendizaje por imitación. A partir del año, puede dejar que intente comer solo aunque se manche y que pruebe distintos alimentos para estimular la masticación.
La comida debe durar un tiempo limitado; pasado éste, puedes retirar el plato sin riñas ni comentarios sobre lo que ha comido. Y sobre todo, no le des otros alimentos ni leche hasta la próxima comida. Tampoco es nada recomendable que el niño coma a la carta, así como amenazarle o rogarle para que coma. Hay que procurar acostumbrarlos de pequeños a una dieta sana y equilibrada, estimulándole el gusto por la fruta y la verdura.
3-El deporte y el ejercicio físico
Se recomienda que todos los niños en edad escolar participen regularmente en alguna actividad física. En la primera infancia es preferible el juego libre y la actividad espontánea y cuando ya son escolares y adolescentes, se recomiendan sesenta minutos de ejercicio diario de intensidad moderada a vigorosa o apropiado para su edad.
Es importante que el deporte en el que participe el niño le guste, no el que quieran sus padres, y el objetivo debe ser la participación, disfrutar con el deporte, relacionarse con sus compañeros, y aprender las normas y no la competición y la victoria ante todo.
Y tú, ¿sigues estos consejos?
*Fuente: Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP)