No dejes que tu máscara de pestañas te provoque una infección ocular

27, noviembre, 2019 / Salud Ocular / Sin comentarios

Las máscaras de pestañas son uno de los básicos en el kit de cualquier persona que se maquilla. El problema es que, a veces, la usamos durante demasiado tiempo y esto puede perjudicar nuestra salud ocular.

En nuestros párpados, y en la piel de nuestro rostro, habitan distintos tipos de bacterias y, cada vez que usamos la máscara de pestañas, éstas se adhieren al cepillo, que después guardamos en el tubo, acumulamos y mezclamos con el maquillaje.

Si a esto le añadimos el aire que entra y sale al usar de nuevo el producto, se crea en nuestra máscara de pestañas “una nueva vida” que puede afectar a nuestra salud visual. Entre los problemas que puede causar están la enfermedad del ojo seco, la blefaritis o inflamación de los párpados, la pérdida de pestañas, conjuntivitis e incluso úlceras corneales.

Si no recuerdas cuando la compraste, tírala

La mejor forma de prevenir cualquiera de estas patologías es cambiar periódicamente nuestra máscara de pestañas y no mantenerla en el bolso hasta que se seque o se acabe la pintura. La recomendación de la Academia Americana de Oftalmología es no utilizarla durante más de tres meses -no depende de la frecuencia de uso sino del tiempo que ha pasado desde que se utilizó por primera vez- y si hemos olvidado cuándo hemos empezado a usarla lo mejor es reemplazarla.

Otro factor que también influye es la forma en la que usamos nuestra máscara de pestañas. Es preferible depositar sobre el cepillo la cantidad de máscara suficiente para pintar ambos ojos, en lugar de maquillar primero un ojo, volver a introducir el cepillo en el tubo y pintar el segundo ojo, porque de esta forma se seca y debemos cambiarla antes. Nunca se debe compartir la máscara de pestañas con otras personas porque augmenta el riesgo de contaminación y el contagio de infecciones y otras enfermedades.

Nunca lo hagas

Nunca debemos intentar recuperar la máscara de pestañas cuando esté seca con agua o aceite, tampoco intercambies el cepillo de una máscara a otra ni retires el exceso de maquillaje del cepillo con un pañuelo de papel o una toallita. No uses el cepillo para peinar las cejas ni te frotes los ojos con la máscara puesta ni te vayas a dormir sin desmaquillar.

Según los expertos, debemos extremar las precauciones con los productos “waterproof” porque sus fórmulas incluyen ceras y alquitranes que repelen el agua de las pestañas y evitan que se corra la pintura. Y al aplicarlas sobre los lagrimales corremos el peligro de obstruirlos y augmentar las probabilidades de sufrir sequedad en el ojo o blefaritis.

La recomendación es optar por una máscara de pestañas dermatológicamente segura y que respete la salud ocular. Debemos fijarnos en su composición y optar por aquellas que no tengan ni perfumes ni parabenos y tengan un pH similar al de las lágrimas.

*Fuente: El País

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