Guía de higiene visual en la oficina
28, septiembre, 2015 / Salud Ocular / Sin comentarios
La miopía es uno de los problemas oculares que más aumenta en las sociedades occidentales. Esto es así porque el ojo tiene que esforzarse más para ver de cerca que de lejos y tener la mirada enfocada a corta distancia alarga el globo ocular y disminuye la visión periférica. Hoy te damos siete pautas para mantener tu salud ocular en la oficina. ¿Te apuntas?
1. La distancia del papel
Al leer o escribir es importante que mantengas una distancia cercana a los 40 cm entre los ojos y el papel. El papel se puede girar levemente, pero sin excederse. Se aconseja coger el lápiz o bolígrafo con tres dedos y con dos haciendo pinza y algo separados de la punta para no tapar lo que se escribe.
2. Situar el ordenador correctamente
Se recomienda que esté a la distancia del brazo, unos 50 cm, y que el centro de la pantalla esté levemente por debajo de los ojos. El brillo y el contraste han de estar regulados de modo adecuado, ni demasiado débiles ni excesivos.
3. Descansos periódicos
Son vitales ya que descansar la vista regularmente es imprescindible para una buena salud ocular. Podemos realizar una pausa cada 20 minutos, levantar la mirada, enfocar algo lejano, parpadear suavemente y volver a la tarea.
4. Usar la luz adecuada
Lo idóneo es usar luz natural. Otra opción son las luces cercanas a la luz del día, con un índice de reproducción cromática (IRC) superior al 90%. Se aconseja que la fuente de luz llegue desde el lado contrario a la mano dominante, para no hacerse sombra uno mismo.
5. Ubicar bien el material
Las hojas o el libro que se necesiten para trabajar se pueden situar en una posición y distancia cercanas a la tarea para no realizar demasiados cambios visuales.
6. Una buena postura
Se recomienda mantener la columna vertical y relajada, con los isquiones bien apoyados en la silla, evitando giros y torsiones.
7. Relajar y descansar la vista
Cada hora es importante parar y moverse. Mirar a través de una ventana o a distancia puede ayudar, incluso añadir movimientos suaves de los ojos de derecha a izquierda, lejos-cerca y cerrar unos segundos los párpados para relajar los ojos. Te puedes ayudar aplicando la técnica del palmeo: se tapan las cuencas de los ojos con las palmas ahuecadas, impidiendo la entrada de luz y, presionar los ojos, sentimos el calor de las manos en los párpados. Los ojos observan la oscuridad o bien permanecen cerrados y relajados.