¿Enganchad@ al móvil?
23, diciembre, 2017 / Mirada particular / Sin comentarios
Si bien, la media son 150 las veces al día que miramos el móvil, una de cada dos personas lo hace por primera vez antes de levantarse de la cama y el 82% no pierde la oportunidad en cada ocasión que visita el baño. De hecho, si permanecemos cinco horas conectados a internet cada día, no es difícil de imaginar que puede generar adicción.
Las personas tecnoestresadas se sienten sobrecargadas de trabajo, pierden motivación y son incapaces de concentrarse en una tarea al ser interrumpidas por los mensajes, los correos electrónicos y por su propia necesidad de consultar internet constantemente. La ansiedad generada aumenta la tensión arterial (y, con ello, en casos extremos, el riesgo de trastorno cardiaco) al tiempo que disminuye las defensas frente a infecciones y otras enfermedades.
Algunos efectos asociados:
– Nomofobia: puede ocurrir que el tecnoestresado no quiera acabar con la causa de sus males. La palabra nomofobia procede del acrónimo en inglés «non mobile phone phobia» y alude a la ansiedad que aparece como consecuencia de verse privado de móvil o de la conexión a internet. De hecho, forma parte del síndrome de abstinencia típico de las adicciones y afecta al 77% de los usuarios según la Fundación Salud Mental España.
– Vibración fantasma: es una alucinación que sufren prácticamente todos los usuarios: la sensación de que el móvil está vibrando con una nueva llamada o mensaje cuando en realidad no es así. El 14% de los usuarios lo experimenta cada día. La razón es que el cerebro está tan a la expectativa de recibir una comunicación que interpreta equivocadamente un cambio en el contacto de la ropa o cualquier estímulo.
– Insomnio tecnológico: en lo que parece la fase de enamoramiento con el móvil, los seres humanos dormimos con el móvil y parecemos estar disponibles a jugar o contestar mensajes incluso a la madrugada. De acuerdo con la encuesta de la Fundación Nacional del Sueño se relaciones el smartphone como primera causa de insomnio, sobre todo ocurre con los menores de 30 años y los adolescentes.
La adicción se puede prevenir
Se trata de usar las tecnologías con sensatez y con la información adecuada. De hecho, también es importante descansar la vista cada veinte minutos para evitar el síndrome de la pantalla.