El uso de la mascarilla incrementa la incidencia del ojo seco
28, septiembre, 2020 / Salud Ocular / Sin comentarios
Según los expertos, el uso frecuente y continuado de mascarillas está provocando un aumento en la incidencia del ojo seco en las consultas de Oftalmología. La causa parece estar en una colocación poco ajustada de la mascarilla en su parte superior -denominada chimenea- que es por donde se expulsa, predominantemente, el aire procedente de la respiración.
Este aire caliente -por el uso de las mascarillas- va directamente a los ojos, aumentando la evaporación de la película lagrimal y disminuyendo, considerablemente, el tiempo de ruptura lagrimal. La película lagrimal tiene una capa lipídica de protección que retrasa la evaporación natural de los líquidos. Un flujo de aire caliente y húmedo desestabiliza esta capa protectora y aumenta la evaporación de la película lagrimal natural provocando los síntomas clásicos de ojo seco y sensación de cuerpo extraño.
El ojo seco es una de las enfermedades oftalmológicas más frecuentes en el mundo civilizado, se calcula que un 20% de la población lo sufre, tasa que sube al 75 % si los pacientes tienen más de 70 años. Es una patología causada por una disfunción lagrimal que afecta a la calidad visual y que provoca molestias como un enrojecimiento persistente, cansancio ocular, sensación de escozor, cuerpo extraño y de arenilla en los ojos, fotofobia e incluso lagrimeo excesivo.
Cómo evitarlo
Los oftalmólogos recomiendan a las personas afectadas por el ojo seco o que presenten molestias oculares desde que utilizan la mascarilla que intenten ajustar la parte superior lo mejor posible. Una solución es utilizar un esparadrapo hipoalergénico que ajuste la mascarilla a la nariz y a la parte inferior de lo ojos. De esta manera, se consigue que el aire salga por los laterales de la mascarilla o por su parte inferior y se evita que vaya directo a los ojos. También es recomendable usar con mayor frecuencia lágrimas artificiales y paliar, de esta forma, las posibles consecuencias y molestias derivadas del ojo seco.
Recordamos que la opción del esparadrapo también es una buena solución para evitar que las gafas se empañen al usar las mascarillas. Y es que el vaho en los cristales puede ser muy peligroso sobre todo para las personas mayores ya que la falta de visión aumenta el riesgo de caída. Así pues, es importante ajustar la parte superior de la mascarilla lo máximo posible al perfil de la cara para reducir la salida del aire procedente de la respiración por la parte superior y evitar, de esta forma, futuros problemas oculares o accidentes.
*Fuente: Hospital Universitario Quirónsalud Madrid