¿A qué se deben los espasmos oculares?
18, septiembre, 2019 / Salud Ocular / Sin comentarios
Todos hemos tenido en alguna ocasión espasmos oculares, en la parte superior o inferior del párpado. Pueden aparecer de repente y durar minutos pero, algunas veces, se prolongan horas, días e incluso más tiempo. La mayoría son inofensivos pero si persisten deben ser diagnosticados y tratados por un profesional de la visión.
¿Qué significa que un ojo tiemble de forma involuntaria?
La sensación de que el ojo tiembla es lo que médicamente se llama “mioquimia”, un espasmo repetitivo e involuntario del músculo del párpado que suele producirse en el párpado inferior, en el superior o sobre ambos al mismo tiempo. Aunque prácticamente no es perceptible y es indoloro, el tic resulta muy molesto para quien lo padece.
¿Cuáles son las causas de los espasmos?
El principal motivo de los temblores oculares es el estrés y el cansancio, situaciones de ansiedad puntuales o, en general, una mala gestión de la tensión. Estos tics suelen tener una relación directa con los nervios o el exceso de trabajo, sobre todo frente al ordenador.
El abuso de cafeína, alcohol u otras bebidas estimulantes, no dormir lo suficiente, problemas de nutrición, pueden ser posibles causas. También la sequedad ocular -déficit de lágrima en el ojo- puede provocar que la córnea o la conjuntiva se irriten y se produzca un parpadeo involuntario.
¿Y si se complica?
Cuando los espasmos oculares persisten y se convierten en crónicos, pueden ser signo de una afección más grave. Se puede dar un blefaroespasmo esencial benigno o un espasmo hemifacial. El blefaroespasmo esencial benigno normalmente empieza como un parpadeo frecuente en ambos ojos y puede avanzar hasta terminar con los párpados completamente cerrados. No se da con mucha frecuencia, pero puede ser muy grave y afectar a todos los aspectos de la vida de quien lo padece: se hace difícil subir escaleras, conducir el coche o ir al trabajo. Las causas del blefaroespasmo pueden ser por una alteración neurológica funcional en el sistema nervioso central, por falta de lubricación de la superficie ocular o ser un efecto secundario a ciertos medicamentos. En cambio, en el espasmo hemifacial, se empieza con temblores en el ojo y acaba afectando a los músculos de un lado de la cara. Este tipo de espasmos se suelen producir cuando un vaso sanguíneo ejerce presión sobre un nervio facial.
¿Se pueden prevenir?
La mayoría de los espasmos se van por sí mismos en un corto periodo de tiempo y no necesitan ningún tratamiento, pero hay algunas cosas que podemos hacer para aliviarlos. Masajear suavemente el párpado con movimientos circulares durante unos 30 segundos puede ser una buena solución, otra sería cerrar los ojos con fuerza para después abrirlos lo máximo que podamos, repitiendo el proceso varias veces hasta llorar y conseguir, de esta forma, que los ojos se hidraten y se estiren los músculos oculares.
Cuando el motivo de los espasmos es el cansancio o la falta de sueño, adoptar una rutina consistente para dormir podría ayudar a remitir los espasmos. Si el causante es el estrés, es recomendable controlar o manejar las situaciones estresantes o de ansiedad a través del yoga, del deporte, la meditación u otras técnicas que nos ayuden a evitar situaciones frustrantes. En el caso de la sequedad ocular, lo mejor es consultar a su optometrista u oftalmólogo ya que, actualmente, se dispone de muchos tratamientos.
Normalmente, la solución pasa por descubrir la causa de los espasmos y ponerle remedio pero, si persisten, se pueden llegar a tratar con bótox para parar las contracciones del músculo afectado. Si las contracciones afectan la mitad de su cara o el ojo entero, haciendo que los párpados se cierren completamente, vaya al médico lo antes posible. El blefaroespasmo no se puede prevenir pero es importante poder detectarlo a tiempo.