9 razones para cultivar la tolerancia: ¡serás más feliz!
04, julio, 2018 / Mirada particular / Sin comentarios
En un mundo cada vez más intercomunicado, aprender a respetar y a convivir en armonía se vuelve fundamental. Para tener una vida emocional saludable y con actitud abierta, trabajar la tolerancia es clave. Hoy queremos profundizar sobre este concepto, de amplio significado, y de gran aportación de riqueza emocional. ¿Te apuntas?
1 No des nada por sentado y no supongas que quienes nos rodean piensan y actúan igual que nosotros. Para desarrollar la tolerancia podemos empezar por comprender que nuestro modo es tan solo uno de muchos posibles.
2 Aprender a mirar con empatía e identifica los ámbitos de la tolerancia. Y es que la tolerancia requiere empatía, ¿cómo trabajarla? Cuando nos encontramos con alguien que consideramos muy distinto , podemos hallar semejanzas: es un trabajo interesante.
3 Comienza a desandar prejuicios, lo que implica poder ver a la persona por detrás del estereotipo.
4 No te creas todas tus fantasías ya que la mayoría de las veces encontraremos que detrás se esconden los propios miedos.
5 No lo tomes como algo personal porque a veces malinterpretamos las palabras del otros y tan sólo lo hemos entendido mal y sus intenciones son totalmente contrarias.
6 Ejercita el arte de la compasión. Esto nos permite abrir los brazos y recibir al otro. De vez en cuando es saludable recordar el proverbio «Ámame cuando menos lo merezco porque es cuando más lo necesito».
7 La gente tolerante es más feliz. Si bien es verdad que no existe una relación clara y demostrable entre el éxito y la felicidad, cuanto más grande y nutrida es la red vincular de una persona, más feliz es y cuanto más aislada, más infeliz. Así que es saludable ejercitar la tolerancia ya que nos llevará a ampliar nuestros vínculos y, en consecuencia, a ser más felices.
8 Lo que nos lleva al último punto: las personas felices son más tolerantes. Sorprende la correlación entre tolerancia y felicidad; y una posible explicación podría ser que la intolerancia se alimenta del resentimiento. Cuando no encuentro lo que deseo o encuentro obstáculos para conseguirlo, estoy proclive a adjudicar culpas hacia fuera (especialmente a los que son distintos a mí). En consecuencia, aquellos que están conformes con lo que tienen no sienten resentimiento y suelen ser más tolerantes.
9 Toma ejemplo de otros. Un ejercicio muy creativo y positivo es leer biografías de personajes famosos que se atrevieron a salir de sus refugios y consiguieron grandes logros. Aprender de ellos y conocer cómo superaron sus crisis nos servirá de inspiración en nuestra tolerancia.
¿Qué opinas? ¿Estás de acuerdo? ¡Cuéntanos tus trucos para ser más tolerante!
*Fuente: Mente Sana