La vista ¡qué gran tesoro!
04, julio, 2013 / Mirada particular / Sin comentarios
Aunque no hagas vacaciones, o no te muevas de tu lugar habitual. La vista te transporta a lugares excepcionales, territorios desconocidos, espacios lejanos. Hoy presentamos fotografías especiales, con encanto particular. Ver bien es un gran activo de salud ¡puedes saborear tanta belleza! ¿Te apuntas a nuestro viaje?
Cualquier casita de un pueblecito perdido puede ser motivo para una gran foto. En esta, el color verde es el protagonista y la discreta vegetación que la acompaña con gracia. El hechizo de vivir manifestado en las casitas decoradas con gusto y que te invitan a entrar en ellas. ¡Una fotografía del paraíso playero no puede faltar en verano! La palmera, la playa … también tienen cabida. ¿Qué te llevarías en una isla desierta? Difícil pregunta de mil respuestas. Esto sí, seguro que ¡tus gafas de sol y un sombrero seguro!El verano, tiempo de lanzarse a la piscina, de mojarse ¡y de vivir nuevas aventuras! Qué bonito salto inmortalizado en varias instantáneas. El paisaje atrapa, pero sin duda, el movimiento humano es el protagonista de la imagen. ¿Te gusta saltar?
Y de la playa, ¡pasamos al campo! Donde el cielo se ve más puro, sin tanta contaminación lumínica. Los árboles cogen formas humanas y a la vez misteriosas, que muestran recortes de una vida larga y sabia.
¡También hay sitio para los cuentos! Donde las hadas y las brujas conviven, con princesa y reyes. Porque todos los sueños y leyendas se inspiran en la realidad. ¿Qué os parece este paisaje?
Alta montaña. Lagos, nubes y picos dan forma a la vida. Donde nace el agua más pura y en los lagos se ve el reflejo de la alma humana. Los contrastes de verde y azul desnudan y realzan el encanto.
Y las cascadas. Enigmáticas, fuertes, vivas. Puedes sentir la humedad entre tus ropas y el gran elemento agua que avanza imparable. Donde hay agua hay vida, donde hay vida hay belleza.
¿Y qué tal una vista a través de la protección glamurosa de unas gafas de sol? Una ciudad cualquiera, con una playa sin nombre. Múltiples amores de verano que se rozan en la arena, que se broncean bajo el sol y se relajan en el agua. ¡Qué bonito es el verano!
O, por qué no, simplemente contemplar una puesta de sol y disfrutar del poder del atardecer. Simplemente un espacio para relajarse, solo o con amigos, con un libro en las manos o sin él. Nota y siente que la magia está en cualquier parte.Para aquellos que piensen que la cotidianidad no es digna de ser vista y admirada, aquí un pequeño ejemplo. Simples tapones de plástico son la excusa de una instantánea. ¡Y que vivan los colores!Y ya sabes, viaja como quieras en verano pero nunca sin tu mejor mirada. ¡Porque ver bien es un tesoro! Y esto sí, mira con alegría y optimismo y descubrirás el lado precioso de la vida. ¡Feliz verano!
¿Con qué fotografía te quedas?